
He hecho un mini juego sobre la vida de Sir Clive Sinclair. Hace un rato he recibido un mensaje de su hija (Cheli Sinclair), desde Cambridge, muy emocionada. Es maravilloso, al parecer le ha llegado el juego porque se está descargando mucho, el juego está en inglés y español. Nunca pensé, siendo niño que sería capaz de programar pequeños juegos y que haría uno en honor de Sinclair y que su hija me diese las gracias Satisfacción absoluta para el Fran de la infancia
Además de Cheli Sinclair, se han hecho eco de la noticia las plataformas: El mundo del Spectrum, Planet Sinclair, Zona Fi, Program Bytes, Textualiza, Spectrum&RetroNews, Retroaventuras, entre otros expertos de la programación y del ocio «retro gamer».

Homenaje al genio
El juego nace justo en el momento que me enteré del fallecimiento de Clive Sinclair. Sentí la necesidad de crear este juego para mostrar esa parte de su vida algo guionizada ficcionada para el juego (pero basada en hechos y personas reales). Es un homenaje personal pero también es un homenaje colectivo porque son muchas las personas que estos días han creado sus dibujos, juegos y señales de todo tipo en reconocimiento al genio que llevó los distantes (y carísimos) ordenadores de comienzos de los 80 a cada hogar, de manera cercana, asequible y práctica, dando pie a una nueva era del acceso a la informática.
Podéis encontrar el juego (inglés y español) en mi modesta compañía de juegos (que creé en 2019 para ir poniendo estas cosillas artísticas): Sequentia Soft. Mis juegos no suelen ser de acción ni de adrenalina creciente, me gusta más indagar en la historia y en la relación de vidas y personajes.
El juego se puede usar en cualquier ordenador, tablet o móvil y… hasta en el Spectrum auténtico de los 80!




Es el momento para unas palabras sobre este tema…
Creo que es la primera vez que hablo sobre videojuegos en mi página web. Me gusta mucho la creación y conceptualización de los videojuegos, más incluso que jugarlos (que aunque los pruebo en diferentes sitios no tengo casi juegos en casa ni tiempo de jugarlos con generosidad). Lo que realmente me gusta es la creatividad, la planificación de su trama y si los gráficos y la programación son para ciertos sistemas, yo mismo suelo hacerlos. El pixelart es hoy día ya algo muy reconocido, tiene un sabor «retro» pero es todo un arte plasmar en resoluciones muy pequeñas las imágenes sintetizadas.
Yo he hecho pequeños juegos con lenguajes de programación sencillos (para los desarrolladores auténticos, mis juegos son pequeños ejercicios) para el antiguo ordenador ZX Spectrum, para Android y para Windows. Siempre con una estética pixelada con más o menos efectos, incluso voces digitalizadas y vídeos en algunos casos. Muchos de estos juegos han sido por colaboración con otra gente y sólo en algunos casos ha sido como reto personal, como este homenaje a Sinclair.
No hace falta decir que el mundo de los videojuegos es ya el sector del ocio más gigantesco del mundo, no hace falta hablar de futuro, hay que hablar del presente. A mí me gusta más el cine (el cine que no me lo quite nadie) pero no me desagrada la creación de juegos porque en la base comparten muchas cosas: guión, storyboard, tratamiento de personajes, plasmación gráfica sobre pantalla, efectos, sonido, música, etc. Es otro medio que digamos está más cerca del cine y de la pintura y un poco menos del teatro. En esta época donde el mundo de los videojuegos es tan grande y tan enraizado, incluso estos juegos que yo hago (de tarde en tarde) con sabor «retro» tienen una acogida muy buena (creo que he vendido varios cientos de pequeñas unidades de descarga y luego también regalado gratis más tarde).
Pues nada, bienvenido sea y seguiremos haciendo juegos (no siempre tan retro -hay compañeros que hacen auténticas virguerías y a los que mando un saludo-) de vez en cuando, pequeños y breves (los grandes se los dejo a los que realmente saben) porque este mundo da alegría y solvencia. Cualquier medio artístico es válido para mostrar nuestras inquietudes.
