Aunque no soy creyente en fechas, ni onomásticas (porque el tiempo es algo flexible, relativo, cambiante y en continuo reajuste social), parece que hoy ha sido mi cumpleaños. Ha sido un día muy especial, lo hemos pasado muy bien y me han hecho varios regalos, siendo el mayor de ellos el de los abrazos y besos en la distancia de mi gente querida.
También me han regalado (aunque siempre pido que no necesito ni quiero nada -pero luego hay cosas que vienen bien-) un objetivo para la cámara que me encanta, un 20 mm 1.7. Luego hemos ido a dar una vuelta, a comer. Sorpresivamente he encontrado en una librería clásica el primer libro de uno de mis autores favoritos, Joan Manuel Gisbert (sino el que más). El misterio de la isla de Tökland; su segunda novela y que nunca la leí porque yo comencé con El mago de Esmirna (cuando tenía siete años) en adelante.
Y para terminar, he recibido en casa un cuadro pintado por mi tío Tino, que hace unos óleos maravillosos. Dentro de unos días os mostraré el cuadro cuando lo cuelgue porque es una pasada. Ha dado en el clavo, me encanta y es justo lo que quiero ver cada día.
Quería añadir que en contraste con el año pasado, pasé un cumpleaños un poco más frío. En el 25 de febrero del pasado 2020 yo tenía cierta intranquilidad con lo del virus, de alguna manera sabía que venía algo grande y tremendo. Fuimos a comer a un restaurante y pedí a Escarlata que nos sentáramos lejos de grupos de gente, que veía mucha gente tosiendo. En fin, en aquel febrero de 2020 yo ya intuía lo que se acercaba; es más, como muchos saben, un mes antes, el 20 de enero de 2020 presenté un videojuego en la Global Game Jam que iba sobre la peste negra en la Edad Media y lo dediqué a que nunca llegara aquí algo similar. Elegí ese tema, ese co-guión sencillamente porque suponía que la pandemia se extendía desde Asia a otros lados, hasta el periódico El Mundo me publicó la noticia.
Un año después, este 25 de febrero de 2021 lo hemos pasado muy bien. Espero que para el siguiente año, podamos hacer lo que en otras veces, alguna fiesta de disfraces o una barbacoa o incluso un rodaje (algún que otro año lo que he pedido de regalo es un rodaje y no es broma).
¡Un abrazo a tod@s! Es fenomenal leer vuestros comentarios y mensajillos privados. Dentro de poco estaremos rodando si todo va bien y ese es el mejor síntoma de felicidad.
FRAN KAPILLA 